Si estás leyendo este artículo, probablemente eres un adulto o adolescente y, aunque tú y los demás lectores no se conozcan, seguramente tienen una realidad en común, es decir, algunos sufrieron acoso escolar en mayor o menor medida o conocen un caso de algún allegado o familiar.
Por suerte, desde hace varios años se ha empezado a considerar el acoso escolar como una problemática real y se han tomado medidas al respecto. Por tanto, más allá de saber cuáles son los tipos de acoso escolar, es necesario conocer dinámicas para fomentar la inclusividad en clases. A continuación, te las enseño.
Índice de contenidos
Empieza a fijarte en los alumnos más tranquilos
En la mayoría de las aulas (por no decir todas) existen alumnos que pasan desapercibidos casi siempre y, aunque no molestan a la hora de dar la clase, suele ser preocupante su carencia de participación. Este tipo de alumnos, en muchas ocasiones, no solo son “muy tranquilos”, sino, se sienten muy excluidos del grupo como para participar en las actividades. Las razones pueden ser varias, sin embargo, debe ser solucionado lo más pronto posible.
No es necesario tener un sinfín de alumnos extremadamente participativos, pero sí es importante poner especial atención en aquellos extremadamente alejados del grupo. Debes acercarlos de una manera sutil sin apuntarles directamente y a nadie más porque tal situación podría causar un efecto peor. Debes integrarlos con naturalidad tal como si se tratara de un alumno cualquiera. Evita ponerlo en la situación de ser el primero en participar, debes ir tanteando poco a poco todas sus necesidades.
Sé honesto con ellos
Los niños son mucho más inteligentes de lo que solemos creer y, con las palabras adecuadas, pueden entender la importancia de incluir a todos sus compañeros y aceptarlos tal como son.
Aborda la situación desde la empatía siempre y no desde la obligación. No digas solo “deben incluir a todos porque yo lo digo”, sino plantéales lo triste que se siente una persona cuando es excluida o maltratada. Si ves exclusión puntual de parte de un niño, habla con él en privado.
Utiliza los juegos
Los juegos son un recurso excelente para incluir a todos los alumnos en una misma actividad. Basta con elaborar un juego divertido y atractivo para todos para empezar a integrar a los más excluidos de una forma sutil.
Los juegos no deben ser competitivos, la idea es que todos en equipo alcance un objetivo en común. Cuando no veas ningún tipo de exclusión y sientas a gusto a todos los alumnos, puedes empezar con los más competitivos en la medida de lo normal. Mientras tanto, evítalos.
Organiza una actividad donde todos se expresen
Todos los niños tienen gustos por una actividad específica. Una manera especial de lograr inclusividad en el aula, es que se conozcan entre sí. No se trata solo de decir su nombre y qué quieren ser cuándo crezcan. Pídeles llevar una muestra de uno de sus hobbies. A quienes les gusta cantar, pueden cantar, a quienes les gusta cocinar, pueden llevar un pastel, quienes escriben, pueden recitar un poema o historia, etc.
Y hasta aquí llega el post que hoy hemos dedicado a desgranar algunas dinámicas para fomentar la inclusión en el aula.